Guerra a la obsolescencia programada (I): "My coffee star" review

No está el horno para bollos y este gran invento que es internet es el gran arma de los consumidores en pos de maximizar nuestros escuetos ingresos. Desde hace un tiempo que tengo claro que sale más a cuenta invertir un poco más en objetos durables que en productos baratuchos, que a menudo contaminan mucho más y son un sumidero de dinero. Y de momento, esta cruzada personal no hace más que proporcionarme alegrías.

Empiezo mi serie de post sobre la guerra contra la obsolescencia programada con las cafeteras Nesspresso. Me regalaron una con toda la buena intención del mundo, hace cosa de medio año y la cara que se me quedó al verla debió ser digna de una foto. Ahí estaba yo, tras años de huir de ellas como de la peste, con una flamante cafetera expresso en las manos. Por supuesto tuve que claudicar y quedármela. También tuve que rendirme a la evidencia de lo cómoda que era y lo rico que hacía el café.

Pero el idilio duró lo que las cápsulas que venían de muestra. Fiel a mi guerra, me negué a comprar más capsulitas a precio de oro. Y así ha estado la pobre cafetera, en cuarentena, hasta que di con el invento de un suizo y mi solución definitiva: la cápsula rellenable Mycoffeestar, para cafeteras tipo Nesspresso, fabricada en aluminio de usos casi infinitos.

Infinito, cómo adoro esa palabra.

"My coffee star refillable Nesspresso cups"

El proceso de uso no puede ser más sencillo:

1. Desenroscar la tapadera.
2. Rellenar de café molido del gusto que uno prefiera.
3. Enroscar de nuevo teniendo cuidado de limpiar un poco los bordes del exceso.
4. Colocar en la cafetera.
5. Hacer tu café.
6. Enjuagar la cápsula debajo del grifo.

En principio la cápsula es universal y sirve para todos los tipos de Nesspresso, excepto:

• las tipo U, para las que parece está desarrollando un nuevo modelo de cápsula,
• la DeLonghi Cub, 
• y los modelos de Krups anteriores a 2003, a saber: F897, F896 y F893

Yo la he probado en mi Krups Essenza XN2003 con una variedad de café molido arábiga supreme y funciona de lujo. Ahora estoy satisfecha con la máquina en un 200%.

Las razones de estas incompatibilidades, deberíamos achacárselas probablemente a Nestlé y su política de "cambio una pequeña tontería y así puedo vender nuevos tipos de cápsulas para las nuevas máquinas".

Aunque ya empiezan a comercializar cápsulas compatibles con Nesspresso algo más económicas que las originales, sigo odiando el gasto innecesario de aluminio. Me siento tan culpable de generar tanto residuo en cada tacita de café que al final no me lo hago. La otra razón que hace que odie el modelo de cápsulas, es el tener que ir a comprarlas con cierta frecuencia a ciertos puntos de venta concretos. Es cierto que da cierta sensación de lujo, tener tarrinitas de colores con montones de sabores de café a elegir. ¡Y vaya si es un lujo! Más que lujo, un derroche. Porque como en las impresoras, el truco está en   regalarte la cafetera y cobrarte el café a precio de sangre de unicornio. Copio y pego un extracto del artículo que dedicaron al tema en FINANZASMANÍA:

" En un simple cálculo, considerando que cada capsula lleva 7gr de café tenemos que 1kg de café equivale a 143 capsulas. Considerando un precio por capsulas de 0,33 obtenemos un precio/kg de 47,2€. 

En cambio, el café molido o en grano oscila entre los 5€ kg el más barato, hasta los 8-10€ kg para productos más exclusivos. En el primer caso, el coste por toma es de 0,03€ y en el segundo 0,055."

De 0,05 a 0,33 por taza de café hay un incremento del 560%.

No gracias.

La otra alternativa a la Mycoffeestar de aluminio (además de apaños caseros con papel aluminio para reusar las cápsulas originales) son unas cápsulas de plástico desechables, como por ejemplo estas de EMOHOME. No son una mala opción del todo. Aseguran estar libres de BPA, aunque yo sigo sin tener claro que sea bueno pasar el plástico por agua hirviendo una y otra vez. Según modelo que necesites, puedes comprar paquetes de 5 ó 10 cápsulas con un precio entre 18 y 28 dólares (más gastos de envío).

Las dos únicas desventajas que veo de las cápsulas Mycoffeestar frente a estas es que:

• su precio es bastante mayor: 33 euros cada una más los gastos de envío (unos 8 euros a España).
• si quieres preparar varios cafés seguidos, hay que limpiar la cápsula cada vez y tener cuidado al cogerla del cajetín porque está un poco caliente.
• la página web es bonita y funcional, pero tiene una accesibilidad horrible. Cuando compré la cápsula, la zona de pedidos no reflejó la operación hasta varias horas después, con el consiguiente mosqueo por mi parte. Pero es cierto que superado eso, el paquete llegó a casa en apenas una semana perfectamente embalado y con presentación adecuada.

Frente a esto, las Emohome tienen un uso limitado a unos 30 servicios. No sé si esto se deba a que se deterioran con el uso, o que a partir de ese límite no es es aconsejable su uso por el tema del BPA.

CONCLUSIÓN: personalmente prefiero invertir de una sola vez y por todas en una pieza reutilizable ad infinitum que en mi opinión debería venir ya de fábrica con la cafetera, aunque te la cobren. Y luego dar la opción al que quiera de ponerse exquisito comprando las capsulitas de sabores y que te hagan toda la pompa en el exclusivo coffe corner del centro comercial.