lunes, octubre 04, 2010

Musgo en el baño


No fue todo quesos lo que me traje de Franche-comté. Aproveché un par de excursiones por el bosque para traerme la joya que corona la decoración de mi diminuto cuarto de baño: musgos y un mini helecho donde distraer la mirada mientras te cepillas los dientes, por ejemplo.





Completan el conjunto, una cajonera de Leroy que barnicé en blanco translúcido, con balda lijada a medida, cestillos y espejo de Ikea, y un par de baldosas en madera y césped artificial para pisar al salir de la ducha. 





Chim púm.

(Ojalá pudiera deshacerme de esa hortera cenefa de florecitas, y de los baldosines, y del marco de la puerta... Si fuera mía la rehacía entera u u'...  )








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