¡La playa es para bañarse!

Y eso es lo que hace mi Tara en cuanto pone una pata en la arena, da igual que sea enero, que esté nublado o haga sol. Eso sí, nunca deja que el agua suba mucho más de la barriga, no vaya a pasar como aquella vez cuando pequeña que tuvo que entrar mi hermano con tenis, vaqueros y todo a sacarla porque las olas se la llevaban. De todas formas, hoy los baños han sido más bien tirando a cortos ><