martes, diciembre 20, 2005

King Kong


Ésta no es una película basada en un libro sino en un sueño que tuvo el director Merian C. Cooper de un simio gigante que sembraba el caos en la ciudad de Nueva York, por tanto no es para creérsela. Los escenarios son espectaculares pero nada realistas porque una isla calavera no puede ser real. Y no hace falta que aparezca el mono para que empiece la fiesta: sobrevivir al barco, a los indígenas y a los dinosaurios ya es bastante emocionante. Era muy reticente a eso de los dinosaurios pero es cierto que le dan un contexto razonable a un simio de seis metros, aunque sigo pensando que la escena de los T-Rex se podría haber resuelto en cinco minutos (¿y por qué tanto empeño en comerse a una nena tan pequeña?). La nena es mucho más valiente, inteligente y menos remilgada, lo cual permite a la historia ser más romántica que nunca. No hay escena de la bodega del barco a la vuelta, ni rapto por la ventana pero a cambio hay amaneceres, hielo en Central Park y un emotivo "noooooooo" en lo alto de un Empire State muuucho más alto que en la versión original. Con ésta, no hacen falta más versiones.

Lo peor:
les cuesta menos atrapar a King Kong que luchar con todos los bichos de la isla

Lo mejor:
la ambientación de Nueva York al empezar; que mantenga la intriga las tres horas que dura aún cuando sabes bien lo que va a pasar

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